El fin del tiempo maya

Los mayas eran una civilización más civilizada en américa, américa central, desarrollaron una cultura muy basta, fueron buenos matemáticos, astrólogos y arquitectos, que pusieron conocimiento al servicio del pueblo desarrollaron su propio lenguaje y dejándonos una ricas historia. Los mayas eran astrólogos con sus conocimientos muy desarrollados midieron los tiempos, las estaciones y crearon un calendario. Como todo calendario es elaborado para para un tiempo, un ciclo, cuando llega el final de ese ciclo el calendario deja de funcionar y es necesario elaborar otro como es el caso de los calendarios anuales de 365 días.

Según la interpretación del tiempo maya, el fin del calendario no representa el fin del mundo ni mucho menos, sino solamente una aceleración hacia un nuevo código de tiempo de creatividad, el amanecer de un nuevo paradigma. Los mayas no tenían esta fecha como el fin del calendario ni como nada particularmente especial, los mayas sí posiblemente consideraban que se avecinaba una nueva era para el planeta.

Se le ha dado una mala interpretación al calendario maya y se ha utilizado para hacer predicciones sobre el fin del tiempo o el fin del mundo, que él, año en curso se dará el colapso del mundo. Ya en otras ocasiones se ha dicho que el mundo terminara en años anteriores al que estamos viviendo. En el año 2 mil dijeron que el mundo se habría de terminar, que había que prepararse espiritualmente para llegar al reino de Dios, las predicciones del fin del mundo muchas tiene fines religiosos. El calendario maya ha generado expectativas en las personas que se dejan influenciar por creencias que otros generan para infundir miedo en la población.

La población mundial y especialmente la población religiosa debe ser más crítica a la hora de razonar el calendario maya, interpretándolo, no como el fin y destrucción del universo. El fin en el mundo llega a cada persona ya sea de escasa edad o una edad muy avanzada y el calendario maya solo anuncia el fin de un ciclo.  Este ciclo puede ser de prosperidad a crisis económica como la que se ha vivido o está viviendo o está por llegar. 

El tiempo pasa y es el que se encarga de confirmar o rechaza las hipótesis o predicciones, como paso con un pastor de una sesta religiosa en El Salvador que el año pasado anunciaba el fin del mundo. Ya solo faltaban días para el supuesto fin del mundo, el pastor andaba muy preocupado alarmando a la población, que se arrepintieran de todo mal para poder llegar al paraíso. El día llego y el pastor no murió como muchos podemos decir, no se cumplió lo que él decía, el mismo hubiera acabado con su mundo para no quedar en ridículo. El mundo no se acabara sino cada persona que habita en el mundo. El concepto Maya del paso del tiempo era bastante diferente a nuestro concepto actual. Para nosotros, el paso del tiempo es una sensación lineal de paso de eventos, que arranca en fechas prehistóricas y llega hasta la actualidad, dirigiéndose a un infinito incierto o un fin. Para los mayas, el paso del tiempo estaba encapsulado en la repetición infinita de ciclos idénticos en duración y características. El final de una era daba comienzo a otra exactamente igual. La diferencia residía en la ubicación de cada sub-ciclo dentro de una Era Maya, que comprendía cerca de 5100 años.

La Era Maya actual inició el 13 de agosto del 3113 antes de Cristo, y terminará el 23 de diciembre del 2012. Este período de tiempo corresponde a una creación del mundo como lo conocemos ahora. La siguiente Era significa una nueva creación del mundo. Entonces los ciclos de tiempo empiezan a contar otra vez desde el principio. La era maya según su propio calendario termina y comienza otro y si es un ciclo se volverá a repetir. Termina el ciclo del calendario maya pero no termina el mundo, todavía hay esperanza y tiempo para que sigan prediciendo los que aseguran que se acerca el colapso del mundo. Y si el mundo de la ignorancia y la mentira se terminara e iniciara un nuevo ciclo de luz, de razonamiento de la verdad para todos los que seamos abiertos a las nuevas teorías, en contra de las viejas teorías que nos mantenían oprimidos en las tinieblas de la ignorancia.