Chichen
Itzá
Los mayas supervivientes del
sur emigraron al norte, a la ciudad llamada chichen Itzá, en la búsqueda de una
nueva vida. Chichen Itzá se convirtió en la ciudad más grande, cosmopolita y poderosa del mundo maya. Uno de los
monumento a arquitectónicos de chichen Itzá es el caracol, un observatorio
astronómico en donde los mayas pasaban mucho tiempo mirando las estrellas,
estudiándolas. Con herramientas muy básicas estudiaron el movimiento de las
estrellas y los planetas como venus, también el paso del tiempo.
La escalera frontal del
caracol esta no está alineada con otras torres o pirámides mayas, pero esta alienado con los
cuerpos celestes y sus movimientos como por ejemplo el movimiento de venus y
los solsticios. Solsticio, durante el
amanecer de los días 20, 21 y 22 de junio, tiene lugar el solsticio de verano,
este espectacular fenómeno provoca que la luz ilumine sólo las caras norte y
este de la pirámide, mientras que las caras sur y oeste permanecen en la
sombra. En invierno ocurre lo inverso, es decir, la parte iluminada se oscurece
y la oscura se ilumina, además de que no ocurre al amanecer, sino al atardecer
de los días del 20 al 22 de diciembre.
En el caracol por su
estructura y alineación se puede decir que se centraron en los movimientos de
venus, las agudas observaciones a las estrellas y los planetas le permitió a
los mayas a crear su propios calendarios, los más exactos del mundo antiguo.
Los mayas tenían dos calendarios, uno ritual y otro solar, los mayas calcularon
que el año solar tenía 365 días. Sus cálculos sobre los movimientos de venus y
los eclipses de luna eran igualmente exactos. En doscientos años en chichen
Itzá lograron renacer después de catastrófica destrucción de sus ciudades pero
se acercaba un enemigo más poderoso, capaz de aniquilar a los mayas.
En chichen Itzá se puede
apreciar la obsesión de los mayas por el cielo y eso se puede ver en la huya
arquitectónica. En chichen Itzá lo más importante era el castillo, un edificio
de 30 metros, construido en el siglo Vl – X. El Castillo de 30 metros de
altura, es la construcción más imponente. Su antigüedad es difícil de calcular,
se estiman fechas que van entre 650 a 800 D.C. Los números de sus medidas están
relacionados con las cifras del calendario solar maya, por ejemplo: 91
escalones en cuatro lados, 364, más la plataforma:
365 los días del año. Los cinco adornos de cada lado del templo dan 20, los
días del mes maya. Es en éste edificio, donde se plasma la exactitud del
profundo conocimiento de los mayas.
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